SIMDROME PROCUSTO ¿COMO AFECTA A LOS EQUIPOS DE TRABAJO?
Lo poseen personas muy tóxicas y generan gran desmotivación; además no fomentan la cultura de trabajar en equipo
La salud mental de los colaboradores impacta en el funcionamiento de las organizaciones, de ahí que es indispensable detectar el síndrome de Procusto, para evitar sufrir sus consecuencias.
Se trata de una enfermedad psicológica que posee una persona cuando sufre miedo de ser superado, aunque se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida en el que haya una organización, en el mercado laboral, el superior hará todo lo posible para que un subordinado no pueda progresar
Esta condición se presenta más comúnmente en los altos cargos, o en mandos intermedios, los cuales harán todo lo posible para que un subordinado no pueda brillar. Este puede ser causado por la imposibilidad de reconocer las capacidades de los otros, el temor a ser sobrepasados en nuestras condiciones profesionales, el recelo a la verdad explicada por nuestro prójimo y principalmente la envidia.
No obstante, identificar a una persona que sufre del síndrome de “Procusto” no es tarea fácil, ya que hablamos de personas que se distinguen por sus buenos resultados, pero también expertas en fingir.
Si hablamos de los síntomas o las conductas que pueden asociarse a este síndrome por parte de quien lo ejerce, podemos citar los siguientes: desvalorizan, gritan, aíslan, manipulan, estigmatizan, menosprecian, discriminan, acosan, ignoran, a veces, hasta difunden rumores, desvirtúan sus ideas o se las apropian. Son personas muy tóxicas que generan una gran desmotivación. Además, no fomentan la cultura de trabajar en equipo, ya que no les interesa que un proyecto global traiga consigo un triunfo, no soportan que nadie más destaque.
Por ello compartimos algunas características de un líder que lo padece:
retiene o no revela la información necesaria para el equipo
entorpece el desarrollo/crecimiento de la otra persona
oculta y niega las habilidades/capacidades de algún integrante
evita que su equipo tenga conversaciones relevantes con jefes/compañeros
bloquea la asistencia de alguien del equipo a reuniones importantes
no permite que se aporten nuevas ideas
dificulta el contacto con otros empleados/as para que no sobresalga.
En cuanto a las consecuencias negativas que trae tener en el equipo de trabajo una persona que sufre de esta condición:
afecta la eficacia: porque afecta el clima laboral, reduce la consecución de los objetivos y, por tanto, los resultados económicos.
fuga de talentos: el grado de satisfacción que experimentan los colaboradores y el nivel de desarrollo, se irá esfumando y buscarán nuevos horizontes para poder brillar.
disolución: rompe el nivel de confianza e identificación de los colaboradores con la organización, lo que origina, en muchos casos, renuncias inesperadas.
Una vez identificado el integrante de la organización que puede estar sufriendo de Procusto, será el departamento de RR. HH. el que deba tomar acciones adecuadas para poder buscar soluciones al problema, procurando ocasionar el menor trauma posible para quien lo sufre, gestionando la cita a un especialista en terapia psicológica, como también brindando herramientas válidas para que la persona pueda establecer vínculos más amenos y sanos con sus colaboradores.
También resulta acertado el implementar campañas internas que promuevan la definición de los valores que guían el comportamiento ético de la organización, como los códigos de conducta y los valores.
Del lado de escuchar a quienes son los perjudicados en segundo grado, es fundamental la existencia de óptimos canales de comunicación, como espacios de fácil acceso en los que los afectados puedan alzar su mano de alerta, de manera sencilla y confidencial.
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